Se conoce al fenómeno de cansancio del suelo o suelos fatigados, cuando estos tienen un comportamiento negativo respecto a los cultivos y producciones que se espera de ellos.
¿Cuáles son los factores que lo provocan?
En primer lugar, hay que decir, que el “cansancio” no está provocado necesariamente por un solo factor, si no que suele ser la conjunción de varios, aunque finalmente están dentro de dos grupos:
- Químicos.
- Biológicos.
En el grupo de los químicos, destacan las sustancias alelopáticas negativas, es decir, toxinas emitidas por plantas o el propio cultivo, que al final no se degradan en el suelo y al alcanzar una cantidad importante, reducen la actividad radicular de los cultivos; esto es en particular muy evidente en las replantaciones de cultivos leñosos, donde se observan pérdidas de vigor importante y endurecimiento de la madera. Otros factores químicos pueden ser la acumulación de iones o cationes de un solo elemento que provoca fitotoxicidad o bien evita una correcta nutrición de las plantas; entre los más preocupantes podemos encontrar el sodio (Na), cloro (Cl) o el Boro (Bo), normalmente estos llegan al suelo aportados por nosotros mismos en los fertilizantes o lo más habitual por el uso de aguas de mala calidad.
En el grupo de los biológicos, hay que destacar los microorganismos, tales como nematodos, hongos tipo Fusarium spp, Verticillium spp o phytopthora spp, las bacterias tipo Xanthomonas spp o Pseudomonas spp y por último los virus y viroides que se activan en el momento que se dan las condiciones propicias.
¿Cómo evitar el cansancio del suelo?
Tradicionalmente se han utilizado dos prácticas culturales para evitar que el suelo se fatigue:
- Barbecho: dejar el suelo sin cultivar durante un cierto tiempo y voltear el suelo, para que la acción oxidativa del sol haga un efecto biocida sobre los microorganismos y toxinas y airear el suelo (oxigenarlo) para modificar la vida microbiana (anaeróbica) que pudiera haber en él.
- Rotaciones de cultivos: Utilizar cultivos muy diferentes, de especies muy diferentes; solanáceas, cucurbitáceas, liliáceas, crucíferas, etc., de esta manera como los sistemas radiculares son diferentes, las necesidades de nutrición y riego también, así como la microbiología que asocian sus raíces, permiten reducir significativamente el “cansancio” del suelo.
¿Qué más cosas podemos hacer?
- Aumentar la biodiversidad del suelo mediante dos acciones básicas:
- Uso de cubiertas vegetales, de plantas que no entren en competencia con nuestro cultivo y que permitan aumentar la cantidad de especies en el suelo, evitando el MONOCULTIVO, que es el mayor generador de cansancio del suelo.
- Aportar materia orgánica: la materia orgánica aumenta la cantidad de vida de los microorganismos del suelo y también de las lombrices, permitiendo que el suelo se comporte con una funcionalidad mucho mayor. Las cadenas de carbono presentes en la materia orgánica, permitirán no solo que las plantas se alimenten mejor, si no que además los microorganismos aumenten su cantidad y sinergismo con las raíces de nuestros cultivos.
¿Cómo puedo biorremediar un suelo cansado, si no puedo esperar?
Cuando se hace un uso muy intensivo del suelo o tenemos plantaciones muy repetitivas desde hace tiempo y tenemos ya problemas o pensamos que los vamos a tener de manera inminente, hay que actuar de manera más enérgica en biorremidar esta situación. Desde Agrozono proponemos la Regeneración Activa de suelos, la cual consiste en primer lugar en una aplicación puntual o dos de ozono a alta concentración mezclado y estabilizado en agua, donde lo aplicaremos mediante el sistema de riego del agricultor; esto tendrá una acción biocida frente a microorganismos y a la vez generará una acción oxidativa frente a pesticidas y toxinas presentes en el suelo, a la vez, el ozono se transformará en oxígeno, dejando la solución nutritiva del suelo entre 5 y 10 veces una mayor cantidad de oxígeno. En segundo lugar, realizaremos aportaciones de microorganismos benéficos, tanto levaduras, hongos como rizobacterias, que colonizaran nuevamente el suelo restableciendo un equilibrio natural.
No es bueno actuar con un solo microorganismo, ya que el suelo hay que dotarlo de biodiversidad y cuanta más mejor, por ello apostamos por las “soluciones cóctel”, donde entre las 3 familias de microorganismos, aportamos entre 8 y 11 tipos diferentes.
Contacta con nuestro equipo y te proporcionaremos una solución a medida para tus necesidades.
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